DISFRUTAR DEL SUEÑO
Si mientras ando no disfruto el sueño
para fortalecer mi libertad,
¿cómo no mantener cierta piedad
con quien tan a menudo fue mi dueño?.
Pues no existe enemigo tan pequeño
que deje de absorber mi voluntad,
quizás con la mayor autoridad
con la cual yo también siempre me empeño.
Y me molesta el juicio del profeta
las veces que me siento desgraciado
al mostrarse de veras quisquilloso,
pues en su boca tiene la receta
de hacerme regresar avergonzado
haciéndome creer un mentiroso.
|