CON LA EDAD
Con la edad nos volvemos más sensatos
y se dice también que más pendejos,
porque con la experiencia de los viejos
alerta se ha de estar como los gatos.
También los puede haber que mentecatos
clavando vuelan por doquier sus rejos,
si no tirando a la mujer los tejos
hasta hacerle pasar trances ingratos.
Y de eso se aprovecha aún Cupido
hoy cuando ni a los jóvenes respeta
largando sus decálogos machistas,
hasta dejar el coco adormecido
a quien de forma suave y bien discreta
cuanto sabe lo lee en las revistas.-
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