SONETO.-
El imperio del mal, negacionista
no quiere ver el cambio sistemático,
que sufre nuestra atmósfera a la vista
en el ambiente y en el medio acuático.
Y quiera Dios que un proceder lunático
no nos mande sin frenos al abismo,
cuando un comportamiento tan errático
exento nunca está de algún cinismo.
Pues basta con mirar sin optimismo
como suenan relámpagos y truenos,
que no son realmente un espejismo
si al estropicio no le ponen frenos.
Ojalá el mundo no se vuelva un horno
porque no exista punto de retorno.-
|