Enojo, cuando te apoderes de mí,
te sacudiré muy lejos con fuerza,
no permitiré que tú vivas en mí
ni dañes mi corazón o cabeza.
Envidia, si me llegas a sorprender,
tendré arrojo para abandonarte,
porque en la vida es malo querer
lo que sin trabajo no puedes darte.
Mentira, lucharé siempre contra tí,
aunque tú seas una salida muy fácil,
de mis padres la verdad yo aprendí
y será mejor que te alejes, por vil.
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