LA MENTE EN BLANCO
Hoy ya no me parece tan extrao
que detrs del sutil desasosiego,
fantasas y cantos de sirena
borrachos a la gloria nos conduzcan.
Dudas, a lo mejor, ninguna cabe,
afirmo salvo que la fe nos ciegue,
que fatal se nos brinda el panorama
para sin tino aparecer eufricos.
Y demasiado somos si a capricho
auguramos un prspero futuro
sin paliativos, a pedir de boca,
cuando cualquier celosa fantasa
en la mente nos meta igual un lo
del que salir conlleve sinsabores.-
|