Y as� don Manuel crecimos
busc�ndonos bien la vida,
porque sin otra salida
hombre duros nos hicimos.
Si es que unos manitas fuimos
fabric�ndonos tractores
sin faros ni m�s motores
con sus ruedas de verguilla
y de bocina una astilla
rulando de mil amores.

Y qu� decir don Manuel
de las pelotas de trapo,
cuando de cualquier harapo
hac�amos un cuartel.
Pues con l�piz y papel
pint�bamos los mu�ecos
que al pelear con los suecos
terminaban medio cojos
ya fueran lilas o rojos
mor�an todos sin flecos.-

Luis Pérez