CUANTAS RAZONES
Cuntas razones necesitas, cielos,
para verificar milagro y suerte,
que presto me llevaran a quererte
al hacer ciscos todos mis desvelos.
La recompensa asida por los pelos
nos ayud a pujar en vida, fuerte,
y a conservarnos lejos de la muerte
sin caminar tirados por los suelos.
Me pregunto si fuera por cumplido
que el amor se contuvo en nuestras manos
dejando bien marcada su secuela,
que cautos al calor de un nuevo nido
compartiendo vivencias tan ufanos
la vida de las manos se nos vuela.-
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