SONETO CAUTIVO.-
No tengo por costumbre
revolver mis disgustos en el barro,
porque salir pretendo del cotarro
y disfrutar a gusto mis noches en la cumbre.
Porque jamás me gusta que nadie me deslumbre
a distancia las luces de mi carro,
al cual yo sin estrépito me agarro
sin mayor pesadumbre.
Ayuda por supuesto necesito
que incluso bien debajo de las piedras la busco
sin que me cueste un gran y cruel esfuerzo,
pues a veces cansado y bastante contrito
a mitad del camino no me ofusco
quizás porque de sabio con los años ejerzo.
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