NO ME QUEJO
No reside en la queja mi cariño
al poner mis bondades a la venta,
cuando toda esperanza ya se ausenta
de tus brazos carentes de su aliño.
Si cuanto menos logro un tierno guiño
mayores son los niveles de mi afrenta,
pues también mi coraza se revienta
como las ilusiones de un buen niño.
Quizás el resoplido de tu aliento
espolea mi mundo del través,
sin saber cómo el tiempo está gafado
desde que no visito con mi tiento
las cuitas que despiertan su interés,
en un ambiente grácil de mi agrado.-.
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