SONETO.-
Si ante el horror me muestro tan discreto
será porque humillado fui en la infancia,
y queriendo quitarle hoy importancia
callado aún arrastro mi esqueleto.
Pues aguantando siempre por decreto
de poco serviría mi arrogancia,
si nadie respetaba mi constancia
a mi razón se le ponía veto.
A saber si marcar la diferencia
gustar no gusta mucho al poderoso
y a punta de escopeta nos somete,
que siendo acusadores en esencia
al dictador le pone muy furioso
que romper se le pueda el gabinete.-
|