SONETO.-
Así vivimos todos, sin criterio
abandonados a la propia suerte,
pues aunque el tema nos resulte serio
sólo se olvidaría con la muerte.
Y es que si de verdad nos manipulan
poco valor tendrían las protestas,
porque si las neuronas nos anulan
con las mortajas moriremos puestas.
Si es que ponerse a confesar pecados
y después a rezar avemarías
la salvación eterna no aseguran,
pues según el perfil de los prelados
veniales han de ser las fechorías
cuando en el catecismo no figuran.-
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