Las palabras, palabras plenas son,
el viento las desparrama impávidas,
pero a ellas las encuentras en toda ocasión,
son expresiones pensadas, habladas, leídas.
Es bueno que existan las palabras,
y mejor fortalecerlas con actitudes;
habla con hechos y enmudece tus palabras,
actúa coherente sólo o ante multitudes.
Cuántos momentos y sucesos hablados,
sobran los discursos y buenos cuentos,
mas escasea la congruencia con los actos
en todo lo que decimos tan suculento.
Que pasen al frente los hechos,
que callen las palabras plenas,
que lejos se las lleve el viento
y que hablen las actitudes buenas.
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