SONETO ALEJANDRINO.-
Creer mucho no creo hoy día yo en las musas
ni tampoco en los duendes que dicten mis poemas,
puesto que si vacía la mente está de temas
simples suposiciones me resultan difusas.
Aunque mejor diría realmente confusas
al adoptar posturas a propósito extremas,
en las cuales a veces inventando morfemas
a relucir se sacan gratuitamente excusas.
El trabajo constante ha de ser lo que cuente
y con arte reluzca sobre nuestro trabajo
siendo el lector quien juzgue al leer nuestros versos,
porque ningún espíritu se acerca de repente
dictando a nuestro oído con cierto desparpajo
los juicios que en la mente anden aún dispersos.-
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