SONETO
EDÉN GARANTIZADO
No tendré yo el Edén garantizado
si conmigo no fuera más sincero,
si al diablo me vendiera por dinero
como cualquier profeta trasnochado.
Ojalá no fuera yo abogado
del diablo, y presumiendo de usurero
me dedicara por el mundo entero
a pregonar como cualquier chalado.
Y ojalá que también de mil amores
pudiera disfrutar de mil placeres
tan a gusto en mi propio paraíso,
sin esperar prebendas ni favores
de quienes hoy malversan mis haberes
sin pedirme consenso ni permiso.
|