SONETO CAUTIVO
Son las brujas del cerro
las que manipulan las verdades,
dividen por doquier las tempestades
e imponen sus razones con voluntad de hierro.
Y por tales motivos yo rara vez me aferro,
tratando de evitar calamidades
que solamente envían sus maldades
con sonrisas de perro.
Y como puedo yo me las apaño
poniendo oídos sordos allá por donde vengan
con sus consejos gratis a la carta,
pues de sobra ya temo todo tipo de engaño
por parte de los sabios que los tengan,
mientras no se me acerque un mal rayo y me parta.
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