SONETO
Siempre que un corazón apasionado
ciego por el amor llevar se deja,
de la realidad igual se aleja
fuera de sí, tal vez enamorado.
Será que por Cupido aconsejado
si no existe razón que le proteja,
la situación se vuelve tan compleja
que acabar pudiera trasquilado.
Pues el sabor amargo del desprecio
grabadas siempre deja sus heridas
por más que se camuflen los temores,
cuando habría que ser bastante necio
para no ver que muchas recaídas
se deben al llamado mal de amores.
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