SONETO
Mis lágrimas asoman transparentes
lavando mis dolencias con premura,
ojalá me consuelen con ternura
siempre que sean del dolor conscientes.
Porque pudiera ser que indiferentes
aliviar no pretendan mi amargura,
y por pasar tan sólo la factura
se muestren con el tiempo permanentes.
Será porque los machos nunca lloran
que la tensión les curte el sentimiento,
motivo de rupturas y de infartos.
Quien sabe si el amor materno añoran
que asustar les asusta el sufrimiento
y de aguantar el llanto acaban hartos.
|