SONETO
Mucho me gusta el vino y las mujeres
cuando firmes les veo por la vida,
porque juiciosas son de sus deberes
buscando siempre la mejor salida.
Quizás me estoy haciendo verde y viejo
si mis deseos rayan la locura,
que terso aún se muestra mi pellejo
y larga vida nadie me asegura.
Que teniendo salud y mente sana
no perjudica un buen trago de vino,
sabiendo disfrutar de la manzana
en cualquier recoveco del camino.
Acusarme podrán de pretencioso
pero sería desmentirlo ocioso.
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