SONETO
Muchos cerebros al estar vacíos
pudieran funcionar como maracas,
si largar se les oye como urracas
en asuntos de locos desafíos.
Pues quien sabe si metiéndose en líos
arrastrados por múltiples resacas,
sus retinas se vuelven tan opacas
que cueste controlar sus desvaríos.
Será que en mis visitas al infierno
he adquirido valiosas experiencias
que con la edad se van acomodando,
y que escribiendo voy en un cuaderno
por conservar a mano referencias
que a convivir me siguen ayudando.
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