SONETO
Pocos son los placeres que me quedan
a mano, es un decir, por disfrutar,
cuando ya las neuronas se me enredan
a la hora de querer un polvo echar.
Pues cuando sólo queda el buen yantar
perder se pierde toda la esperanza,
si nada bueno cabe ya esperar
dicho aquí, entre nosotros y en confianza.
Cuando ignorar que la vejez avanza
deja al instante de tener sentido,
si tanto cuesta ya seguir en danza
las gracias he de dar por lo servido.
Ojalá que ningún resentimiento
mientras siga con vida venga a cuento.
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