SONETO
Quien a guardar gallinas pone al lobo
es que no tiene dos dedos de frente,
si basta con poner cara de bobo
y dotes de presunto delincuente,
para mostrarse igual indiferente.
Que protestar protesten las gallinas,
si amenazadas fueran de repente
por las fieras por todas las esquinas.
Por eso decisiones anodinas
consiguen producir grandes empachos,
con sus desprendimientos de retina
si no se logra atar mejor los machos.
Quizás vivamos en un mundo incierto
en el cual entre ciegos reine el tuerto.
|