SONETO
Como incierta y real es la fortuna
muy alerta prosigo mi sendero,
sin presentar al poderoso un pero
ni volar con mis sueños a la luna.
Mal lo pasé sin paños en mi cuna
para que ahora un lúcido banquero,
a patadas destroce mi trasero
sin admitir reclamación alguna.
Pues como yerno yo no soy del rey
tendré que defenderme por narices
sin testigos ni jueces de mi lado.
Así funciona por aquí la ley,
si para muchos cuecen hoy perdices
el miserable acabará colgado.
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