SONETO
Dicen que la codicia rompe el saco
si la miseria ataca al usurero,
cuando a matar se atreve por dinero
y a cometer se llega algún atraco.
Ya lo dice el refrán que perro flaco
que al tirano ni dios le pone un pero,
por más que presumiendo de embustero
a su remordimiento haría un flaco
favor, teniendo siempre muy en cuenta
que cuando paga el resquemor factura
una vez se reposa en la almohada,
hoy la conciencia al alma la revienta
hasta poder caer en la locura
sin gozar del derecho de pernada.
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