SONETO
Tan pesimista puede ser la gente
que al conseguir la gloria igual se queja,
cuando del mundanal ruido se aleja
y consigo se encuentra de repente.
Será que nadie vive indiferente
cuando la suerte al pairo va y le deja,
mientras le desmigaja y despelleja
hasta dejarle tieso bajo un puente.
Por eso persiguiendo la fortuna
la mitad de las guerras ignoramos
por no amargarnos juntos más la vida,
que si ilusión apenas queda alguna
al precipicio de la mano vamos
sin que nadie a propósito lo impida.
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