SONETO ALEJANDRINO
Quien siembra con esmero recoge su cosecha
y si encima comparte sin codicia sus mieses,
a gusto pasará los días y los meses
con la mente tranquila y el alma satisfecha.
Será que sus recursos los usa y aprovecha
para esquivar con arte todo tipo de arneses,
que producir pudieran incómodos reveses
sabiendo como sabe que oculto el diablo acecha.
Y por eso será que el sabio precavido
entre sábanas blancas pocas veces reposa
dándole rienda suelta a cualquier fantasía,
porque sin calentar cómodamente el nido
intuye que la vida nunca es color de rosa
para morir de pronto preparando una orgía.
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