SONETO
Tan malo es el dormir más de la cuenta
como los madrugones en exceso,
si yo contra pronóstico confieso
que aún sobrepasando los setenta
el dormir demasiado mal me sienta,
siempre que mantener a raya el peso
ya lo procuro, que al sentirme grueso
de sobra sé como el sofá me tienta.
Será que al aprender de las gallinas
tan pronto sale el sol yo me levanto
a buscarme la vida del tirón,
husmeando por todas las esquinas
sin pedirle ningún favor al santo
por si cambiar cambiara de opinión.
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