SONETO
Quien muerde en seco pronto se arrepiente
sintiendo que si igual se precipita,
será porque a los ídolos imita
al pretender hincar sin tiento el diente.
Pudiera ser que de ilusión carente
el ego sin control también se irrita,
lo cual a fin de cuentas nunca quita
que sea del asunto consecuente.
Fácil que dando aún palos de ciego
bastante gente tira hacia delante
sin recapacitar a gusto un rato,
que si imponiéndose termina el ego
la paz se acabaría en un instante
sin mayor compostura ni recato.
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