SONETO
Cuando los sueños cesan, algo muere,
toda vez que la salsa de la vida
sola se vuelve vaga y aburrida,
como si en los infiernos estuviere.
Y sea de la forma que aquí fuere,
cuando el propio optimismo se descuida
rompe de golpe y sin razón su brida
sin que nadie delante ya le espere.
No quisiera llegar a comprender
que una vez liberadas las presiones
la ambición por la vida se relaja,
dejándonos en ese anochecer
que nubla para siempre las razones
y a jugar nos conduzca en desventaja.
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