SONETO
Si hiere la aridez de mis sonetos
será que el dedo meten en la llaga,
denunciando quizás que el débil paga
si no se garantizan sus respetos.
Pudiera ser que a base de decretos
mi corazón la estupidez no traga,
y mucho menos, constatar le halaga
como se pone a la justicia vetos.
Será que sobre lo que siento escribo
y pasarlo por alto me revienta
cuanto admitir no puedo ni concibo,
que a la religión no sirva de afrenta
que quienes los domingos van a misa
en sus negocios cambien de camisa.
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