SONETO CAUTIVO
Frunciendo mucho el ceño
más de una vez habré yo barajado
morir de pena, sin dolor, cansado,
como un niño que corre loco detrás de un sueño.
Quizás vea el futuro cruel y poco halagüeño,
al tiempo que de veras maltratado
dando tumbos iré de lado a lado
por conseguir mi empeño.
Será que harto y sin mayor motivo
no lleno mi existencia de muy buenas razones
que seguir con mis trucos adelante
me convierte a menudo en un cruel tío vivo
al que nadie le pisa los talones
porque en el alma callos sostienen tanto aguante.
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