SONETO
En casa del amigo sé prudente,
que siendo por su esposa vigilado
salir igual pudieras malparado
y en la calle de patas de repente.
Pues conociendo bien el referente
y desconfiando mucho del ganado,
yo a menudo me doy por despechado
por si me encuentro un chaparrón de frente.
Que viendo atentamente los cerrojos
vigilar de perfil no necesito,
si a cualquier sugerencia ponen freno
si nada más mirándome a los ojos
sin voz ni voto ya me quedo frito
a todo tipo de indirecta ajeno.
|