SONETO
En esta desgraciada y perra vida
es todo lo que queda por rascar,
tanto que me podrán avasallar
si padrino no tengo que lo impida.
Por eso yo también en plan suicida
anduve por los Andes a escalar,
tal que fuera un robusto militar
que casi nunca los peligros mida.
Hoy lo puedo decir por experiencia
que habiendo sido apuesto montañero
a las cimas llegué del Huascarán,
donde con poco oxígeno y paciencia
ya me costó señor bajar entero
de una pieza a decir de algún patán.
|