SONETO
EXAMEN DE CONCIENCIA
No habrá de ser así, que sólo el viento
a mi cuerpo lozano se aproxime,
pues siempre quedará la fe que anime
revivir de memoria un sentimiento.
Tal vez en el soñar del pensamiento
baso yo la razón de lo sublime,
tras escuchar también la voz que oprime
el latir de mis venas sin aliento.
Si sólo al caminar mi nombre escucho,
ya me basta saber que en este coso
casi nadie hará examen de conciencia,
porque nadie en amores es muy ducho
y menos en amar meticuloso
el amor yo me tomo con paciencia.
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