SONETO
JUSTIFICAR NO QUIERO
En cada población y en cada villa
una novia se deja el marinero,
que en llevarla consigo pone esmero
por si su esposa de verdad le pilla.
Así recuerdo yo !qué pesadilla¡
me vi desamparado y sin dinero,
con las manos cubriéndome el trasero
por medio mundo hasta alcanzar la orilla.
Justificar no quiero las razones
que me llevaron por tan mal camino
pero ya siendo un viejo jubilado,
diré que me robaron los calzones
que de beber me dieron mucho vino
hasta dejarme en bolas desplumado.
|