SORTEAR CORRIENTES Y RESACAS
Aunque brava se muestre la marea
atrevida ha de ser la voluntad,
que pudiendo prever la tempestad
dosifica su brío como sea.
Si entretanto se viene la mar fea
a los cielos suplica su piedad,
pidiendo fallecer con dignidad
lo que un día creyó feliz tarea.
Que no será muy bueno confesarse
de cuántos miedos al final acechan
sorteando corrientes y resacas,
si después de tener que prepararse
los malos pensamientos se aprovechan
y clavan a cualquiera sus estacas.
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