AHÍTOS DE SUS ROTOS
Repletos de poder y vanagloria
los políticos van al parlamento,
a contarnos a diario el mismo cuento
sin que la gente tenga escapatoria.
Y bien que se repite ya la historia
sin que nadie les mande a tomar viento,
quien sabe, más allá del firmamento
donde se les acabe toda euforia.
Que si la vida cara nos la ponen
y el paro cada día se dispara
de las limosnas vive hoy tanta gente,
que mucha falta hará que reflexionen
sin que para otro sitio se mirara
al ver que el hambre ajena no se siente.
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