OLVIDO
Deja que el sol sacuda nuestro olvido
y que sus rayos doren nuestras pieles,
que si pronto perdimos los papeles
honor y más cordura sólo pido.
Que descompuesto vuelvo yo a mi nido,
dejando a la intemperie los pinceles,
pues si queriéndonos no fuimos fieles
esperar ya no espero ni un cumplido.
No debes pretender amiga mía
que el mundo todo entero retroceda
obedeciendo siempre a tus antojos,
pues pudieras romper la fantasía
si pretendiendo continuar la rueda
de nada te sirvieran los enojos
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