SONETO BLANCO

DESGRACIADO DEL CREYENTE

Desgraciado ser� todo el que muere
y a los cielos no va siendo devoto,
quiz�s porque al creer sin garant�as
se confi� demasiado del profeta.

Mucho mejor ser�a en todo instante
disfrutar del presente aqu� y ahora,
teniendo claro igual que los sermones
en la rec�mara contienen truco.

Y es que una vez decae la esperanza
la depresi�n se da ya por segura
en una vida llena de prejuicios,

donde a sus anchas campa libre el capo
mientras desvalijando al m�s humilde
falta no har�a nunca que lo jure.

Luis Pérez