SONETO
CUANDO LA VERDAD SUENA A VACÍO
Si es que toda verdad suena a vacío,
hoy día aún me sobran varios dedos
si alguien me enumerase los enredos,
sin que me meta en un tremendo lío.
Y a veces siento un gran escalofrío
al remitirme a los dichosos credos,
por los cuales podría tener miedos
como sintiera a su pesar un crío.
Y es que no están los tiempos para bromas
barriendo todo el mundo para casa
si algo puede librar de su hipoteca,
donde el banco pondrá sin duda comas
si ve que su propósito fracasa
y ve que su bolsillo se reseca.
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