SONETO
NOCHE DE SAN JUAN
Loca tiene que ser la noche aquella
que señala el solsticio de verano,
con la que el mundo escéptico y pagano
salta la hoguera en busca de doncella.
Sin descuidar el brillo de su estrella
la noche de San Juan cualquier profano,
entre lo místico y lo más mundano
canta y baila agotando su botella.
Pero si acaso el diablo se emborracha,
movido por la chispa de los fuegos
que cuide bien sus piernas de la lumbre,
que si quiere ligarse a la muchacha
deberá competir con los labriegos,
y las brasas saltar según costumbre.
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