LA VERDAD OFENDE
Si la verdad en la cara, a bastante gente ofende
a todas luces resulta, que si de mí igual depende
la moto a poder que pueda, fácil nadie me la vende.
Diría que el mentiroso, apenas si se da cuenta
que por mucho que sus pieles al profano ponga en venta
engañar al más incrédulo desde luego que le tienta.
Que nadie en su sano juicio, de ponerse a prueba escapa
cuando la ocasión propicia, en un renuncio le atrapa
y dejar le pude atado, al hueso como una lapa.
|