ENÉADA
SI TANTO AMOR ME PROFESAS
Si tanto amor me profesas, al cobijo de tus brazos
y en los labios tú me besas, es que urdiendo estrechos lazos
mucho dudo que acabemos dándonos de baquetazos.
Duda ninguna me cabe que si fuéramos felices
ante cualquier incidente, importancia a los matices
tan sólo igual daríamos por ahondar las raíces.
Pues analizando siempre las mejores intenciones
cuando al mismo ritmo laten nuestros sanos corazones
indica que gestionar saben hoy sus emociones.
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