SONETO
DEFENDER LA VIDA A MORDISCOS
Si la vida defiendo yo a mordiscos
y a distancia camino de los credos,
aún así no escapo de los miedos
cuando siento explotar la mente en ciscos.
Pues cazar ya quisiera basiliscos
tranquilo sin pillarme más los dedos,
porque también me matan los enredos
como el correr descalzo por los riscos.
Claras hay que tener aquí las cosas
para no andar colgado por la vida,
sin tener que pedir a Dios favores
como quien alimenta mariposas
y se las lleva, dice, a su guarida
viendo que al alma alivia sus dolores.
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