SONETO
LA SUERTE SE PERSIGUE
La suerte la conserva quien razone,
si con ahínco y luces se persigue
que detrás de la puerta, se supone,
nunca estará por mucho que se ligue.
Que si pobre se nace, mala cosa,
las puertas todas al final se cierran,
por mucho que al cavar la propia fosa
a los ricos en otra igual entierran.
Que bajo tierra somos tan iguales
que apenas se distinguen las entrañas,
cuando ser somos todos animales
bajo el sol, que calienta las montañas.
Por eso yo la suerte no la busco
porque en tales cuestiones no me ofusco.
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