SONETO
SOPLAN VIENTOS DEL OESTE
La noche se recuesta, casi al alba,
cansada del trabajo por la sombra,
barriendo y escondiendo bajo alfombra
pelusa de los sueños a mansalva.
El cielo, con galano traje malva,
de todas sus estrellas se descombra
y al verse sobre el pórtico se asombra
de ser otra mañana sana y salva.
Pues los vientos no soplan del oeste
desde luego, inocentes que digamos,
cuando amenazan lóbregas tormentas
según las nubes de color celeste
señalan el planeta donde estamos
plagado de trifulcas muy violentas.
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