SONETO
NO SOMOS NADA
El compartir me libra del sofoco
de tener que explicar incoherencias,
que debido quizás a las herencias
me pudieran volver bastante loco.
Pues de pequeño ya venía el coco
arrasando con rabia las querencias,
porque al considerarlas menudencias
en cuenta se tendrían mas bien poco.
Porque el mentir sin tino perjudica,
y si fuera un decir, NO SOMOS NADA,
tan a la vista queda el resultado
que así quien no lo sepa siempre pica,
si al cabo de tomarse la arrancada
maldijera el haberse equivocado.
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