SONETO
DETRÁS DE LOS AFECTOS
Con frecuencia despierto me pregunto
qué persigo detrás de los afectos,
si acaso fuéramos también perfectos
ni el mismo Dios nos creería y punto.
Igual a un bombardeo yo me apunto
aunque contar no pueda mis defectos,
porque de frente vengan indirectos
a quitarme de en medio del asunto.
Quizás rechace yo cualquier cariño,
temiendo un bofetón de recompensa
pues desde que me echaron de la cuna
a las fuerzas dejé de ser un niño,
lo que de adulto las entrañas tensa
seguramente sin maldad ninguna.
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