SONETO
EL EGO
¿Cómo puedo impedir la relación
entre el mundo exterior y el propio ego?,
si no me lo tomara como un juego
cruel y duro sería el resbalón.
Tal vez si por meterme en un rincón
quisiera desprenderme del apego,
iría contra quien nada delego
entre medias de todo este follón.
Nunca quien ose hurgar en sus entrañas
lograría evitar la soledad
por un rato de vana compañía,
ni cambiando razón por artimañas
ocultaría al alma la verdad
quitando de la mente su manía.
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