ENÉADA
CUANDO EL PENSAMIENTO VAGA
Cuando el pensamiento vaga, tan a menudo a su antojo
conviene en todo momento tener a punto buen ojo
para saber cuando echar, la osadía de remojo.
Que en situaciones difíciles, los héroes del mañana
se forjan hoy aprendiendo, solos a cardar la lana
como ocurriera en mi caso, desde una edad muy temprana.
Tanto que por puro instinto, ni me inmuto de repente
cuando de mi proceder, igual se ríe la gente
si por no reaccionar, ya lo encajo indiferente.
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