ENÉADA
TAN FELICES QUE VIVIMOS
Tan felices que vivimos, si amando con gran acierto
justo a quien nos corresponde, queda el corazón cubierto
sin que sumisos suponga, que nos conduzcan al huerto.
Que si el cariño se labra, con esfuerzo día a día
un gran amor merecemos, repleto de fantasía
que a mal tiempo, buena cara, cualquier persona pondría.
Ojalá que esa ventana, dejemos al mundo abierta
que si nuestro propio instinto, a tomarle el pulso acierta
raro será que en un maná, de placer no se convierta.
|